domingo, 23 de mayo de 2010

Excelente fin de semana,,


Wow, Increíble fin de semana; quién iba a pensar que un fin de semana de rumba, risas, amigos iba a terminar así, no logro comprender el enorme giro que pudo tener la situación, lo fuerte que son los golpes; pero también lo fuerte que son las palabras, las palabras que te pueden herir hasta desear tu propia muerte; con desespero recuerdo cuando decía: "Mamá, mírame acaso no soy tu hijo? No lo soy? Mírame, mírame, estoy sufriendo" todo esto en vano, su corazón en ese momento parecía de piedra; creía que lo que sucedía era lo correcto, al parecer mis palabras no llegaron a su corazón, sólo mis actos minutos más adelante, ella se veía decidida y satisfecha, por fin tiene lo que se merece; mientras él me agredía utilizando palabras fuertes, humillándome y con golpes; golpes que al final de la rabia, de la ira y el rencor que le tenía en ese momento a mi madre ya no sentía; sólo pensaba en que cuando terminara jamás la iba a perdonar “eso no tiene perdón” decía, “como puede aguantar ver sufrir a su hijo de esa manera y más siendo agredido por su propio hermano es algo ilógico”, no sé si ella tendrá lógica pero yo sí la tenía, sabía que tenía que encontrar la forma de que eso acabara, yo estaba en el piso sin alientos, sin aire, sin fuerzas, pero con un motivo: mi orgullo, mi orgullo no dejaría que yo me rindiera, me dio fuerzas para zafarme de sus gordos y feos brazos, brazos que me causaban daño, brazos que me desesperaban y aún lo hacen, siento sus secuelas en mis labios, en mis mejillas, en mi espalda, en mi estomago, todo sigue ahí. Corrí, corrí con mis pocos alientos, logré con astucia entrar a un cuarto y librarme de su rabia, de sus ganas de golpearme, tendido en la cama pensaba si vengarme, si utilizar la justicia o si tan sólo olvidar y empezar de nuevo corriendo el riesgo de que volvería a suceder, sentí que forzaban la puerta, “Diablos” me dije intentan abrir no puede ser , corro, trato de detener la puerta pero no tengo fuerzas, mi hermano me las ha acabado, entonces veo otra salida el baño, suelto la puerta y entro al baño lo más rápido que puedo, allí tuve el tiempo de colocar mis pies en el agua y pensar, “Realmente me merezco esto? realmente esto se le hace a un ser humano? cuantas personas pasaran por lo mismo? que debo hacer? que voy a hacer, salir y enfrentarlos? o salir como un cobarde y sumiso, para seguir siendo agredido?”, PERO NO, no lo quería, no quería ni enfrentarlos ni ser sumiso, quería algo diferente DIOS!! No quiero pensar más así, traté de recordar las terapias, la psicóloga, la psiquiatra, calma, calma, recordaba los consejos de mis amigos, “respira ANDRES ya todo pasará, sólo ignora”; en ese momento la palabra “ignorar” no existía para mí, o lo hacía o sería un "loco" más de esta ciudad, “Dios, mi cabeza me duele no puedo pensar de manera correcta son tantas cosas, tantos factores. Tantas frustraciones. Tantos sentimientos, tantas causas, DIOOS gritaba en el baño, necesito relajarme me dije a mí mismo; pensaré con cabeza fría una vez lo haya hecho”; Me dirigí a mi habitación de manera sigilosa, la policía se encontraba en la sala de estar, “¡ARLEY!” dijo aquel hombre con uniforme; haciéndose llamar hombre de justicia. JUSTICIA? que cosa tan absurda, no tienen ni un pelo de justo, como me puede decir que yo tengo la culpa, que debo ir con ellos por agredir a mi hermano? que son ridículos? no se dan cuenta que él fue quién me agredió a mí? “INCOMPETENTES” les dije y dando un golpe estruendoso en mi puerta; caí en tranquilidad, me encontraba en mi cama, con mis cosas, mi ropa, mis zapatos, ¡¡ohhh mis zapatos!!, ya de que me servirían tenía algo en mente, tantas veces autoflagelándome pero sin el valor para darle fin, pero esa noche era diferente, todo era diferente, no sentía dolor, sólo decepción, y a la vez mucho valor, valor que nunca había tenido; estaba decidido, me paré animado, fui a buscar mi mejor amiga en mis depresiones, aquella cuchilla minora, que siempre estaba conmigo junto al computador pero...? No está! donde diablos está, tan decidido que estaba no puede ser, me cansé de buscar, de repente, veo mi tortura diaria, sí mis pastillas, aquellas que me atormentan todo el día, y hasta en la noche, no más me digo todos los días, pero las necesito , necesito mejorar es la única manera, “una sobredosis” pensé, el valor había disminuido, a lo lejos escuché la voz de mi hermano diciendo que yo era el peor ser humano, DIOS gracias por ese valor querido hermano, siéntete feliz, dejaría de serlo, tomé la tableta de pastillas me quedé mirándolas fijamente, en mi mente pasaba: “me tomo sólo una? y descanso? o me tomo todas y descanso para siempre? Ah, en realidad eso sería un descanso? o sólo un camino de cobardes? sí, cobardes por no afrontar la vida, por no afrontar sus problemas, COBARDE, sí soy un cobarde, no quiero afrontar la vida, la vida no está hecha para mí bueno para nadie, pero conmigo es diferente la vida es un ¡asco! Dios toma una decisión rápida, el momento es ahora, o si no seré alguien más sin carácter, sólo alguien que llama la atención eso dirán las personas pues no!, su atención no me interesa quédensela toda si quieren, sólo quiero descansar”, ¡Está bien! lo he decidido, sacó 4 pastillas de su tableta me las tragué con un poco de agua que había en mi habitación, “Dios pero cuatro… cuatro no son suficiente!”, y empecé como un demente a tragar, a tragar y a tragar muchas pastillas, hasta llegar al punto de darme cuenta y decir “he cometido un error, pero ya no puedo echarme hacía atrás”, me sentía valiente, estaba afrontando las consecuencias de la vida, no me sentí cobarde, pero eso tenía una razón, lograría lo que quiero descansar para siempre, “No sé, no sé, ESTAS PASTILLAS NO FUNCIONAN” me dije; “así que ya empecé; lo terminaré”, salí de mi habitación mientras pensaba que tenía que haber pasado una hora más o menos, mi madre y mi hermano estaban en su cuarto, mi hermana en la sala de estar con mi lindo sobrino, quién recibió con una sonrisa enorme, y yo con un dolor en el alma y lágrimas en mi cara, lo abracé y lo besé, como si nunca más lo volviera a hacer, le dije que le quería al oído, y me dirigí a la cocina, tomé un cuchillo, lo oculté en mi busto, pero ¡¡Ohh grave error! Muchos dirían ¡Tú ángel!; pero yo diría, el amor de familia, mi hermana había notado lo del cuchillo, me apresuré a encerrarme en la habitación, corrí mi cama impidiendo el paso, mientras se escuchaba un alarido de mi madre, diciéndome: “qué piensas hacer? te dañarás de nuevo? eso es lo que quieres? háblame, debemos hablar, mientras tanto detrás de esa puerta me encontraba yo, haciendo mi mayor esfuerzo por quitarme la vida, estaba decidido, tenía el valor, la fuerza, la energía ese era el momento pero ¡¡RAYOS! no corta este cuchillo; pero.... qué me pasa? porque me siento así? ohh! Las pastillas empezaban con su labor paralizar este adolorido cuerpo, ohhh Sentía como me iba relajando, cuando se escucha un fuerte ruido ¡Lograron abrir la puerta!, mi mamá me arrancó el cuchillo de las manos, me abrazó, diciéndome: “hijo mío, yo te amo, te amo; no lo dudes, te amo, abrázame fuerte” le dije: “abrázame fuerte, pues a lo mejor no tengas más oportunidades de hacerlo, no lo sé, eso ya depende del destino yo ya hice mi parte”, “¿¡Tú parte!?” dijó ella “qué has hecho” me gritó desesperada, “lo que crees madre mía” le dije, “si ves estas tabletas, ya no están ahí, en este momento hacen su proceso en mí,, Ohh el dolor se va, toda angustia se va madre mia, no seré una carga, no seré tu problema, en ese momento mi hermano con lágrimas en los ojos me dice: “perdóname! perdóname! no fue mi intención causarte daño” y me da un fuerte abrazo, un abrazo con cierta incertidumbre de si sería el último o habrían muchos más, “Déjense de sentimentalismo que me hacen llorar” gritó mi hermana atrás “llévenlo a la clínica; llévenlo!”. Caí tendido en mi cama, veía a mi madre preocupada y bastante agitada vistiéndome y vistiéndose a la vez, buscando documentos, ellos me estaban ayudando, me he desmayado mi mente se ha ido, mi cuerpo está con vida, pero mi mente está perdida, Oh dioos, tantas horas pasaron, tantas cosas me pudieron haber hecho, mi situación era incierta pues yo no despertaba hasta.... que abrí los ojos, me vi la canalización con suero en mi brazo algunas otras cosas con sonidos extraños y dije: “Por dios que es esto? que hago aquí sin recordar mayor cosa”, mi madre estaba al lado algo cansada “o mami, no te tengo rencor, sólo me duele” y una lagrima salió de mí, mientras recordaba que sucedió, se acercó una enfermera y le pregunté: “cual es mi situación?” ella dijo: "Tu nombre es arley andrés, tienes 16 años, Estás aquí por intento de suicidio, sobredosis, ingeriste varias pastillas para dormir, quizás unas 10 o unas 15, te intentaste cortar tu muñeca pero no tuviste éxito, y ahora estás en la parte de urgencias de la FOSCAL, estás en la sala de observación, vas a estar aquí 24 o 48 hrs. No lo sabemos, eso depende de tu evolución y después de eso serás remitido a una clínica especializada en tu problema que te guiará…” “En mi problema?” dije, “Sí, tu estado mental, una clínica psiquiátrica, allá estarás internado un buen tiempo”; “Noooooo!” Ganas de llorar vinieron a mí “eso me degradaría más, no quiero estar allá“

5 comentarios:

  1. Muchacho que historia, admiro tu forma de ser y siempre me haz caido bien, ... que estes bien.

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  2. Morí Arley.
    Sabes que cuentas conmigo :)

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  3. QUE LOOSER SOS, digno de sus cortos 16, ojala llegue a los 20 para que pueda reírse de lo PERDEDOR que eras a los 16.

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  4. Estoy de acuerdo con el anterior anonimo ... deberias mirarte a un espejo, de lo contrario tu reflejo en el agua, mirate eres una persona muy consumista, tu vida es una moda, me hallaras la razon cuando de lo unico que dependas es de las cosas materiales.

    lee, aprende cosas que te sean utiles home!

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